Preguntas para la reflexión:
¿Qué lenguas conoces? ¿Para qué eres capaz de usarlas? ¿Qué nivel de dominio tienes en cada una de ellas?
En mi caja de herramientas tengo guardadas cuatro lenguas, dos de las cuales aparecieron allí sin apenas percibirlo. Soy bilingüe (si es que eso es posible) en español y gallego. Por otro lado, me comunico a diario en inglés; ¡no me queda más remedio! El alemán, la cuarta de las herramientas, es la menos utilizo ya que, por desgracia, no me ofrece grandes posibilidades a la hora de comunicarme.
Como nativa, puedo emplear el español y el gallego en cualquier situación. Entiendo sin problemas la lengua hablada, sin importar lo rápido que hablamos allá en la península ni lo complicado que pueda resultar a veces entender el gallego del lugar más remoto. Tampoco se me presentan complicaciones en la lectura de ambas lenguas. Mis competencias en expresión escrita también son las del nivel c2 descrito por el Marco Común Europeo de Referencia, al igual que las de interacción y expresión oral. Empleo las dos lenguas por igual aunque, al tener menos oportunidades para hablar gallego en el extranjero, cuando vuelvo a casa lo utilizo lo máximo posible. ¡Qué satisfacción poder transmitir y comunicarme en una lengua que forma parte de mí y que no puedo emplear tanto como me gustaría!
El inglés tiene mucha importancia en mi vida ahora mismo ya que es la lengua que empleo a diario en todas las situaciones que se me presentan. Mi nivel de dominio del inglés, siguiendo los parámetros del MCER, es un c1. Puedo comprender sin gran esfuerzo discursos que no están estructurados con claridad o hay información implícita, al igual que programas de televisión y películas. En cuanto a la comprensión de lectura, entiendo casi la mayoría de textos escritos, por lo que considero que mis competencias van más allá del nivel c1. Al tratarse de una lengua que hablo todos los días, me expreso con fluidez y eficacia y soy capaz de adaptar el lenguaje al contexto en el que se utiliza. Mis destrezas en expresión escrita corresponden también a las de un nivel avanzado, ya que puedo expresarme con cierta extensión en textos claros y bien estructurados. Puedo escribir sobre temas complejos y, debido a mi experiencia académica en inglés, escribir artículos y resúmenes.
Es el alemán la lengua que menos domino y que me gustaría aprender. Mi nivel es un a1. Comprendo frases muy sencillas y vocabulario conocido y reconozco palabras y expresiones básicas. Al vivir en contacto con el idioma, creo que mi comprensión auditiva ha mejorado y se acerca bastante a la de un nivel a2. En cuanto a la interacción oral y expresión oral, puedo participar en conversaciones muy sencillas, aunque con dificultad y empleo expresiones y frases simples para describir mi entorno. Puedo escribir textos muy sencillos y rellenar formularios con datos personales.
Una última reflexión: ¿No es apasionante que esas herramientas de las que disponemos, es decir, las lenguas que conocemos, nos ayudan no solo a comunicarnos haciendo uso de ellas sino también a adentrarnos en otras lenguas que no conocemos?
Inés,
ResponderEliminarEstá muy bien, has descrito tu nivel de dominio de las lenguas que conoces tomando en cuenta, para ello, los descriptores de la tabla de autoevaluación del Marco y señalando lo que eres capaz de hacer con cada destreza. Además, has introducido muy bien tu reflexión y la has cerrado con una idea muy interesante. Creo que no hay nada más que decir.
Un saludo,
Mercedes