lunes, 10 de noviembre de 2014

Destrezas productivas (oral y escrita)

Destreza oral:

 

Muchas personas se sienten inhibidas a la hora de hablar una lengua. ¿Cómo lograr que el alumno supere estas barreras? ¿Son todas las actividades idóneas para el desarrollo de la destreza oral?


Muchos alumnos se sienten inhibidos al hablar una lengua extranjera. Inseguridad, miedo a preguntar o a cometer errores y la propia dificultad de comunicarse en un idioma que no se domina son, sin embargo, factores que se pueden superar. Para superar estas barreras, es importante crear un clima de confianza en clase, tratar el error de forma positiva y, sobre todo, realizar actividades comunicativas que favorezcan la interacción.



La expresión oral, que se caracteriza por su agilidad, rapidez y espontaneidad, debe trabajarse mediante actividades comunicativas en las que haya interacción. Deben ser actividades que favorezcan el desarrollo e interiorización de competencias y subcompetencias comunicativas. Para ello, las actividades deben ser significativas y tratar temas que el alumno pueda encontrar interesantes y con los que se sienta identificado. Como norma general, se deberían evitar temas tabú. Las actividades deben ser, para favorecer el desarrollo de la destreza oral, abiertas, de modo que el alumno pueda expresar lo que quiera.
Las actividades llevadas a cabo pueden poner mayor o menor énfasis en aspectos como la forma, el contexto, etc., pero, si se trata de actividades comunicativas, se desarrollará la destreza oral.

 

Destreza escrita:

 

Ahora que ya conozco las dificultades que tienen mis alumnnos a la hora de escribir en una lengua extranjera, ¿cómo puedo hacer que esta resulte más atractiva?

 

La escritura es una habilidad compleja y la que menos atractiva resulta para el alumno. Es, además, la que menos se trata en los manuales y en las clases. Para hacer más atractiva la habilidad más tediosa para los alumnos, podemos favorecer la escritura colectiva, que aumenta la motivación, mediante tareas que motiven al alumno. Crear el libro de recetas de clase es un ejemplo que podría hacer la escritura más atractiva para aquellos que estén interesados en la cocina. Preparar textos que se deberán representar ante la clase podría ser otra estrategia para motivar al alumno. Añadir el elemento lúdico a las actividades es un recurso que también puede funcionar.

1 comentario:

  1. En efecto, los temas y las tareas han de ser, en cualquier caso, motivadores así como comunicativos. Bien por apuntar la importancia de las competencias y subcompentecias.
    Muy bien por la integración de la escritura colectiva en el aula. Además, el profesor siempre debe de actuar como un elemento de enlace para que a los alumnos, les guste la escritura.
    Gracias y saludos,
    Esther

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