De COMPROFES 2011 extraemos que el alumno, para ser autónomo, debe controlar conscientemente el proceso de aprendizaje, su planificación, la gestión de recurso, el uso estratégico de los procedimientos de aprendizaje, el control de factores psicoafectivos y la cooperación en grupo.
El desarrollo de estrategias de aprendizaje hace que, en muchos casos, el alumno aprenda mejor. Según Rebecca Oxford (1990), hay tres tipos: estrategias cognitivas, que tienen relación con la dimesión lingüística (por ejemplo, comparar una estructura entre dos lenguas, organizar vocabulario según algún criterio, etc.); estrategias metacognitivas, que sirven al alumno para supervisar y gestionar el aprendizaje; y estrategias socioafectivas, que implican a otras personas que participan en el proceso de aprendizaje.
La autoevaluación es una herramienta de aprendizaje que está íntimamente ligada con la autonomía del alumno. La autoevaluación permite al alumno ser consciente de qué está aprendiendo y de si lo está haciendo bien. El PEL, una herramienta promovida por el Consejo de Europa, es un documento bastante completo que
ayuda al alumno a reflexionar sobre su modo de aprender y qué
estrategias, quizás no de modo consciente hasta entonces, emplea. De igual modo,
ofrece ideas y alternativas para probar en caso de que aquellas que
el alumno emplea no sean del todo eficaces. Saber cómo uno aprende
mejor es de gran ayuda para maximizar el progreso en el aprendizaje
de lenguas.
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